martes, 6 de abril de 2010

Apocalipsis

Ayer y hoy he tenido una incómoda sensación de final. No de desenlace: de final, digo. Siento que algo o, mejor dicho, que todo se termina. Como en los relatos bíblicos en los que todo va enfermándose y desmoronándose hasta desaparecer. En menos de 24 horas vi terminada una carrera para la que me preparé al menos ocho años; me ha tomado menos de dos minutos salir de la vida de ciertas personas; en menos de tres meses cumpliré 27 años y en menos de la mitad de eso me perdí en el camino de encontrarme.
Tal vez es el desempleo, me digo. Tal vez es, también, que nada es como pensé que sería. Cuando era niña las cosas parecían más simples: estudiar, trabajar, ser feliz. Nada es como lo creí.
Pero no soy la única: a mi alrededor veo a mis contemporáneos igual de confundidos. Es casi patológico: todos estamos en una revisión de nuestras elecciones vocacionales o estamos buscando un negocio/carrera paralelos, todos nos preguntamos dónde viviremos y cómo lograremos subsistir, todos hemos llamado a un ex buscando la seguridad de lo conocido porque ya no sabemos relacionarnos en un mundo en el que casi todos le tememos a casi todo. ¿Llegamos tarde al mundo que nos prometieron? ¿O acaso es que nosotros nos preparamos para un mundo que ya no existe?
Dicen que ya nada de eso importa, pues tod habrá de terminarse en el 2012. Yo creo que el mundo ya se acabó, al menos como lo conocimos alguna vez, y el verdadero apocalipsis es éste: estar parados en un sitio hostil e indescifrable.

7 comentarios:

Karabá dijo...

"Estar parados en un sitio hostil e indescifrable" chale hoy no duermo, quiero a mi mami...

El Contador Ilustrado dijo...

una mera agorafobia mental hacia la incertidumbre

Ana Marinera dijo...

Wow, tienes toda la razón. No sé si sea un rollo generacional pero sí, los profesionistas terminamos algo y ni sabemos qué paso dar, los vas dando según las oportunidades que se te presentan. Ya luego las cosas se van acomodando.

la chida de la historia dijo...

Argh! esto es tan... tan fatídico...

Ánimo... estás aquí... chido o feo, disfrútalo en lo posible.

Saludos.

Elphaba dijo...

¡Auch! Deprimente, pero definitivamente tiene algo de cierto. A veces uno se pregunta si vale la pena el esfuerzo si todo puede acabarse en un abrir y cerrar de ojos... pero prefiero pensar que el camino es al mismo tiempo la meta y aprender a disfrutar sea cual sea mi circunstancia.
Saludos y ánimo!

Frida U dijo...

Yo creo que no es que la vida haya cambiado, talvez siempre ha sido así, es decir, las frustaciones que nuestros padres alguna vez ha realizado es por eso, cuando te das cuenta que de joven sentis que tenes el mundo a tus pies, pero cuando pasas de ser "joven" a "adulto contemporaneo", es que la realidad cambia...yo estoy pasando por lo mismo, porque acabo de cumplir 30 años y he sufrido una adelantada "crisis de mediana edad", por eso, hay que ver, como solucionar este rollo existencial y acoplarse al mismo...

Luisz dijo...

'Agorafobia mental'. Me gusta eso.

Aunque todo este rollo de los 'profesionistas' me es del todo incomprensible, por supuesto que entiendo y secundo esa sensación de armaggedon. Entre todolo que pasa: terremotos, filicidios, abogados, balaceras y pederastas; uno ya no sabe que esperar. Sólo se ilumina el mundo con una mirada o una expectativa.

No importa, aunque se acabe el mundo, yo prefiero vivir como si fuera el primer día: descubriendo, aprendiendo y sí, viviendo ...