lunes, 30 de agosto de 2010

Comida vegetariana y la estupidez en tanga

Hace un par de meses decidí ser vegetariana 99% (lo confieso, me gusta el pescado) y tengo como 15 años de no comer carne roja; pero quiero aprender algo más que preparar tortas de papa, chiles rellenos, champiñones en todas sus presentaciones; comencé una ardua búsqueda en la red, de un buen curso de cocina vegetariana; increíblemente hay muy pocos, encontré desde, los súper clavados con el vegetarianismo, lleno de principios y valores a los que debes vivir apegado sin cuestionamiento, hasta los que quedaron en llamarme en cuanto se reuniera un grupo grande de personas interesadas en cocinar vegetariano.

Pero llegue a las personas indicadas: Oscar y Pavol. Por medio de Sukabumi (tierra de dicha) ofrecen talleres de cocina creativa vegetariana; y en verdad que son buenos chefs, he probado cosas deliciosas, he aprendido técnicas de cocina; como filetear o picar correctamente, uso de nuevos condimentos, la mezcla equilibrada entre lo dulce y lo salado, cantidades correctas de agua para cocción de alimentos, etc. Las clases son 100% prácticas.

Estoy tomando un segundo taller con ellos, como dije la clase es práctica, hay un chico que apoya con lavar trastos y limpiar la mesa, lo cual es de gran ayuda. Me encanta la dinámica que crearon, 10 personas cocinando juntas; aprendemos y al final compartimos la mesa y conversamos de ¿cómo llegaste al curso?, ¿qué haces?...etc.

El grupo anterior me gusto, muy cooperativo; pero el sábado que llegue, un poco tarde, entre en shock, y después se puso peor, la gente es tan extraña y a veces tan estúpida, que confunden a está pequeña rana.

Entro y lo primero que veo es una mujer de edad variada - cuerpo de 25 y cara de rayando los 50’s- todo operado por supuesto, la naturaleza no hace tanta tontería en un solo cuerpo, vestía pants y blusa deportiva sin mangas, y si me preguntan el color, no lo se, lo que recuerdo perfecto es su tanga rosa que asomaba entre su ropa. ¡¿Por qué?!¿Cualquier ocasión es buena para hacer notar que usas tanga? ¿Se vale tomar una clase cocina y presumir la tanga a las mujeres mortales y normales que no usamos tanga? ¿no hay una edad legal para dejar de usar tanga? Lo peor fue saber que tenemos el mismo nombre, junto con otra señora que vestía como clásica señora polanqueña. La edad de las mujeres del grupo – 10 en total- era variada, desde 14 años hasta 60 años, la mitad parecían mujeres de clase alta y la otra mitad, éramos de la clase que trabajamos por el puritito gusto de subsistir. He de confesar que hay días soy demasiado intolerante con la gente.

Comienza Pavol a explicar, qué cortar y cómo, la sopa era de chayote, así que “hay que pelar chayote”

Miss tanga dice: hay! lo intentaré! Alguna vez debo aprender a pelar una verdura, -sonrisa boba- ¿cómo se agarra esto?

Mrs. polanqueña dice: ¡Mi muchacha hace todo esto! Pero bueno, lo haré

¡Oseeeaaaaa! Gracias Señoras por hacernos el honor de aprender a pelar chayotes en la clase que eligieron tomar. Por cierto lo hicieron muuy mal, en su vida habían tocado un pelador.

"Mi muchacha lo hace" - ¿Es suya porqué la compro? Hasta donde sé la esclavitud fue abolida y hoy es un delito.

Se sorprendían de todo, cuando alguien sabía pelar, cortar, picar, limpiar. Era como si estuvieran en una clase de supersimetría, y cuerdas, decían cosas tan exasperantes como:

¡No, cebolla yo no pico, porque eso te hace llorar!
¡Y dónde se compran los cuchillos!
¿En el Palacio encuentro todo o en Cotsco?
¿Y el aceite de soya dónde lo consigo?
Güacala, ¿la comida tiene bacterias?

Y no crean que fueron las únicas joyas de la clase, otras de plano se sentaron, sólo miraban y luego preguntaban:

¿Cuántas cebollas picaron?¿Qué parte de "al gusto" es confusa?


¿Eso que le acaba de poner qué es?Sentada a tres metros de la estufa está cabrón ver


Ya me perdí, ¿en que platillo vamos?Perdida llevas más. Cuando ibas a la primaría preguntabas, ¿que sigue de la "A" maestra?


... y nada tiene carne, ¡increíble!No wey! El nombre "vegetariano" es pa’hacernos pendejos todos, ahorita sacamos un filete para acompañar.

Miss tanga: ¡Estoy hablando con mi mami y está que no lo cree!, ¡yo en una clase de cocina! Está shockeada – Blackberry en mano.

Bendito, llego el momento de sentarnos a comer, y como maldición, tanga y polanqueña frente a mi, yo, flanqueada por Pavol y Oscar. Ambas cuchicheaban sobre la nacionalidad de Pavol, - ¡teniéndolo a menos de un metro!-, finalmente le preguntan:

- ¿De dónde eres?
- Eslovaquia
- ¿Y que se habla en el eslovaquia?
- Eslovaco
- Aaah! Yo creí que hablaban alemán
- No, hablamos eslovaco, es un país que fue ocupado por celtas. Pertenecemos a los países eslavos.

¡Hazme el chingado favor!, alemán en Eslovaquia, no soy una gran conocedora de cultura Europea, pero ¡alemán en Eslovaquia!, por Dios; yo le hubiera dicho a esté par de tontejas: hablamos de todo, religión, política, deportes, cocina, y lo hablamos en nuestro idioma natal eslovaco. Cuanta ignorancia en una mujer de tanga.

De ahí en adelante, la mitad de las mujeres -las de socialité- hicieron gala de sus caminos a la espiritualidad, reiki, yoga, constelaciones, bla, bla, bla. Miss tanga, en pose de “estoy rebuena”, el yoga es maravilloso. Todo era surrealista, mujeres con nariz operada, enjoyadas, bubi mega dura, hablando de encontrar equilibrio espiritual y salud. Si, seguro, se ve que el camino a aceptarse a si misma ha estado lleno de cirujanos y dietas.

Busque en mi bolsa desesperadamente un arma, veneno, pero no, ahora soy un ser de paz. Preferí conversar con Oscar y Pavol sobre mis dudas del taller anterior y su carrera de chefs. En cuanto termine, tome mi bolsa, amablemente sonreí y salí.

Ruego a Dios por un cacho más de tolerancia en mi próxima clase, y que la estupidez me haga lo que el viento a Juárez.

8 comentarios:

Luisz dijo...

Los vegetarianos hacen llorar al niño Dios, por eso los castiga con ese tipo de compañías y pláticas ...

El Contador Ilustrado dijo...

podrias intentar ahogarla con su propia tanga, una muerte poetica

Uvé dijo...

Dejé comer carne roja un mes y cuando la volví a probar me enfermé del estómago. Afortunadamente ya me volví a acostumbrar

Adriana Miranda dijo...

Contador, no estaría mal, nada mal, jajaa!

Uvé, a mi realmente no me gusta el sabor de la carne, e igual no me gusta el betabel, así que hace años que no los como.

Adriana Miranda dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Adriana Miranda dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Itan dijo...

Mi abuelita decia "Dios dame paciencia, por que si me das fuerza, le rompo la cabeza"

yo tambien voto por ahogarla con su propia tanga!

Mirjo. dijo...

Si ahoguenla en su tanga! eres la indicada, eso del arma es muy trillado y el veneno ps...no glamour