Anécdota

Recuerdo que mis padres me enseñaron desde pequeño que un caballero que se jacte de serlo debe otorgarle el asiento a una dama en el transporte público.

Cierta ocasión viajabamos en una combi, era de noche y nos dirigíamos camino a casa, la combi se detuvo y una chica que visiblemente salía del trabajo abordó, no había más asientos y yo con una sonrisa le dije que podía sentarse en el asiento de mi hermano menor, mientras lo abrazaba y lo sentaba en mis piernas, ella agradeció el gesto.

Después de llegar al centro de la ciudad en donde debíamos trasbordar hacia otro autobús que nos llevaría a casa, mis padres detuvieron nuestro andar y me hicieron un llamado de atención:

-Eso que hiciste no estuvo correcto
-¿Por qué?, ustedes me educaron de ese modo.
-Si hijo, pero pagamos por un asiento y fue error del chofer por darle la parada a alguien sin fijarse si había lugar para que esa persona se sentara.
-Pero no me molestó abrazar a mi hermanito para que la muchacha se sentara y llegara pronto a casa.
-No lo vuelvas a hacer, no fue correcto...